El cuerpo humano no ha nacido para la inactividad: el movimiento y la actividad física regular, incluso de intensidad moderada, ayudan a mejorar todos los aspectos de la calidad de vida.
Por el contrario, la falta de actividad física está implicada en la aparición de algunos de los trastornos y enfermedades más comunes: la diabetes tipo 2, enfermedades cardiovasculares (angina de pecho, infarto de miocardio, accidentes cerebrovasculares, insuficiencia cardiaca), tumores.
La actividad física diaria produce efectos positivos en la salud física y mental de la persona. Los estudios científicos que confirman los efectos beneficiosos ahora son numerosas y revelan que la actividad física:
- Mejora la tolerancia a la glucosa y reduce el riesgo de desarrollar diabetes tipo 2
- Previene la hipercolesterolemia y la hipertensión y reduce los niveles de tensión arterial y colesterol
- Disminuye el riesgo de desarrollar enfermedades del corazón y oncológicas, como el cáncer de mama y de colon
- Reduce el riesgo de muerte prematura, en particular la causada por ataques cardíacos y otras enfermedades del corazón
- Produce el gasto de energía y la disminución del riesgo de obesidad
- Previene y reduce la osteoporosis, el riesgo de fracturas y también los trastornos musculoesqueléticos (por ejemplo el dolor de espalda)
- Fortalece los músculos y mejora la capacidad para hacer esfuerzos sin fatiga
- Mejora el estado de ánimo y reduce los síntomas de ansiedad, estrés y depresión
- Disminuye, especialmente entre los niños y los jóvenes, los comportamientos de riesgo, como el consumo de tabaco, alcohol, dietas poco saludables y actitudes violentas, promoviendo el bienestar psicológico mediante el desarrollo de la autoestima y de la capacidad de manejar mejor la ansiedad y las situaciones estresantes
- Fomenta la sociabilidad y aumenta la autonomía y la integración social, especialmente importantes en el caso de discapacitación física o psíquica.
Además, el deporte es una opción divertida y sana para llenar nuestros momentos de ocio con amigos o en pareja, sin necesidad de que estos dependan siempre de la televisión o el móvil.
Hacer deporte en pareja ayuda a animarnos el uno al otro, sin quedarnos estancados. Si un día nos vence la pereza o el agotamiento, siempre podemos contar con nuestra pareja para animarnos. Algo que se aplica en el día a día y que también se debe hacer a la hora de practicar actividad física. Hacer deporte acompañado siempre es una motivación extra para no poner excusas, además con tu pareja podrás compartir más cosas en común y desconectareis de un día agotador de trabajo. Romper la rutina, poneros en forma y también encontraros más sexy!
No faltan razones para hacer deporte o empezar alguna actividad física, así que ¡ánimo!