La cirugía de ombligo se realiza para cambiar el tamaño, forma y/o posición del ombligo. Es un procedimiento de cirugía estética que también se conoce como umbilicoplastia. Las personas que no están conformes con sus ombligos y quieren conseguir que tengan un aspecto más estético son los candidatos ideales para esta intervención, la cual frecuentemente también se realiza en pacientes que se someten a abdominoplastia. La operación se propone hacer mas plano un ombligo prominente o disminuir el diámetro de uno de gran tamaño. Cuando no se junta con la abdominoplastia, la cirugía se puede llevar a cabo bajo anestesia local (eventualmente con sedación), infiltrando con un anestésico el área alrededor del ombligo, y suele durar entre treinta minutos y una hora.
¿Quien se somete a una cirugía de ombligo?
A menudo, los candidatos para la umbilicoplastia son los que han sufrido problemas con la forma de sus ombligos desde el nacimiento, o como resultado de algún tipo de trauma o cirugía defectuosa en el pasado, las personas que tienen una pequeña hernia que puede sobresalir como un bulto, o aquellos con ombligos planos o alargados a los que les gustaría que fuera más redondo o más hundido.
Es importante definir claramente las expectativas y si la operación puede conseguir los resultados deseados. El cirujano evaluará la idoneidad para la cirugía y también puede recomendar tratamientos adicionales como la liposucción o la abdominoplastía para que sean realizados al mismo tiempo. En estos casos la intervención puede realizarse bajo anestesia general y los tiempos de intervención suelen ser más largos.
¿Como se realiza la intervención?
- Más redondo: podemos redondear un ombligo que tiene forma de almendra eliminando unas tiritas de piel a través de unas pequeñas incisiones dentro de la circunferencia del ombligo.
- Más pequeño: podemos reducir el diámetro del ombligo eliminando un anillo de piel dentro de la circunferencia del ombligo y con una sutura continua estirar el hilo hasta conseguir el diámetro deseado.
- Más grande: para aumentar el diámetro de un ombligo pequeño se suele utilizar una técnica de curación por segunda intención controlada. Se realiza una incisión a lo largo de la circunferencia, no se colocan puntos de sutura, si no que un apósito que presione los márgenes y deje curar la herida en la posición deseada.
- Más hundido: a través de una incisión dentro de la circunferencia podemos anclar el ombligo a la fascia de los músculos rectos abdominales para que se quede más pegado al plano profundo.
- Modificar la posición: retiramos la piel alrededor del ombligo y a continuación lo recolocamos dependiendo de si quiere que quede más arriba o más abajo.
En todas las intervenciones se tratará de hacer incisiones en el interior del ombligo para minimizar las cicatrices visibles. Los puntos pueden ser reabsorbibles con lo que no haría falta retirarlos. Dependiendo de la naturaleza de su operación (si está o menos asociada a abdominoplastia o liposucción), el paciente puede ser dado de alta después de sólo unas pocas horas y generalmente pueden reanudar las actividades ligeras al día siguiente. Con el fin de mantener los resultados, es importante no fluctuar con el peso.
Después de la intervención el abdomen quedará algo hinchado y es normal que aparezcan zonas moradas y molestias por unos días. La cirugía de ombligo solo modifica el ombligo y no consigue que la barriga parezca más delgada y más firme. Para ello podría ser necesaria una intervención más importante tipo abdominoplastia o liposucción. Las complicaciones secundarias a esta cirugía son raras y normalmente se limitan a infecciones localizadas o a mala cicatrización, lo cual puede requerir cirugía adicional.