La diástasis de los músculos rectos del abdomen es un evento traumático que consiste en una separación entre los lados derecho e izquierdo de dicho músculo y que afecta a la zona central de la superficie de la barriga. Esta zona central está formada por un tejido poco elástico y muy resistente que, por un lado, hace que sea difícil de romper, sin embargo cuando eso pasa, su capacidad para “volver como era antes” es igualmente limitada.

La causa más frecuente es el embarazo (más del 40% de las mujeres padecen esta condición tras el embarazo). El riesgo se incrementa con los partos múltiples o los embarazos repetitivos.

Aunque se considera una condición benigna, la diástasis puede alterar la mecánica de la pelvis (es decir, cómo se mueve), que puede predisponer a problemas de sobrecarga y molestias en caderas, pelvis y espalda.

El defecto estético de la diástasis de rectos abdominales, es quizás el síntoma más problemático porqué puede dar lugar a la presencia de una redondez en la parte central del abdomen o hasta una protuberancia real.

Entre los síntomas “funcionales” que la diástasis de rectos puede causar hay una sensación de que la espalda no “puede aguantar” o que la misma se esfuerce más de lo normal. Esto es debido a que la estabilidad de la columna se da, entre otras cosas, por un buen equilibrio de los músculos abdominales (en este caso alterado) y lumbar y se acentúa durante la contracción de los músculos abdominales.

Tratamientos de la diástasis de rectos

La cirugía es la única solución que puede “cerrar” la brecha reduciendo (o eliminando) tanto el problema estético como funcional.

Sin embargo un buen programa de ejercicios, no tanto abdominales (que si mal ejecutados podrían tener efectos contraproducentes), si no un conjunto de ejercicios de los miembros inferiores, miembros superiores, pelvis, así como el seguimiento de un fisioterapeuta competente, pueden llevar a una mejoría del problema funcional.