Los mejores candidatos para la abdominoplastia son pacientes que han sufrido embarazos, cambios significativos en el peso, cirugías anteriores, envejecimiento y los factores hereditarios. Estas son las causas más frecuentes de la formación de un abdomen relajado, voluminoso y flácido.

Durante la cirugía se elimina un sobrante de tejido dermoadiposo incluido entre el pubis y el ombligo, extendido lateralmente hacia las espinas ilíacas o caderas. La forma y la longitud de las incisiones se determina según el grado de corrección que debe hacerse, a mayor grado de corrección más longitud de las incisiones. Ejecutamos una disección o separación de la piel por encima del ombligo hasta el arco costal para poder estirar la piel hasta el pubis.

 

cicatrices en la abdominoplastia

A través de esta incisión también es posible llevar a cabo la plicatura de los músculos rectos abdominales y, si hiciera falta, además de los oblicuos.

Una segunda incisión se hace alrededor del ombligo para permitir el mantenimiento de la posición anatómica natural.

Queda una cicatriz bastante larga que resulta de la sutura del colgajo despegado anteriormente a la zona inferior del abdomen, normalmente escondida por las braguitas.

Abdominoplastia “fleur de lys”

Cuando la abdominoplastia se realiza después de una pérdida masiva de peso, como en el caso de pacientes postbariarticos, además de un “delantal” vertical de exceso de piel puede estar presente también un exceso horizontal . Estas personas son posibles candidatos para la abdominoplastia “fleur-de-lys” en la que la cicatriz tiene la forma de una “T-invertida”.

abdominoplastia flor de lys

 

Miniabdominoplastia

Sin embargo, si el exceso de piel está limitado a la región suprapúbica, podemos realizar una miniabdominoplastia donde la descolgamiento cutáneo no supera el ombligo y la cicatriz será poco más larga que la de una cesárea.

 

miniabdominoplastia