Aprender a examinarse las mamas una vez por mes frente a un espejo (autoexamen de las mamas) es una costumbre que toda mujer tendría que practicar. Para las mujeres en edad fértil es mejor hacerlo una semana después de la menstruación cuando los pechos están más blandos. En la menopausia deberían hacerlo aproximadamente en la misma fecha: el primer día de cada mes es una buena opción para que no se nos olvide. De esta forma, si la mujer conoce su cuerpo podrá descubrir tempranamente cualquier anormalidad que se presente y por lo tanto sus posibilidades de tratamiento serán mejores.

Cómo se realiza el autoexamen de las mamas

  1. Primero, pararse delante de un espejo con el torso desnudo hasta la cintura, con los brazos caídos junto al cuerpo, con buena iluminación. Observar el aspecto de las mamas:
    • ¿Tienen el tamaño y la forma de siempre?
    • ¿Hay diferencias entre un pecho y el otro?
    • ¿Su piel es lisa, sin arrugas ni asperezas (aspecto de piel de naranja)?
    • ¿Alguna parte está rojiza o hinchada?
  2.  Levantar los brazos extendidos hacia arriba.
    • ¿Hay alguna diferencia en el tamaño entre uno y otro pecho y axilas?
    • ¿Tiene una de ellas menos movilidad respecto a la otra?
    • ¿Se quedan adherencias al tórax?
    • ¿Observas algún bulto o prominencia en las axilas?
  3.  En las misma posición, con los brazos elevados, observar el pecho de perfil.
  4.  Bajar los brazos, apoyarlos en las caderas y presionando hacia dentro, lograr que se tensen los musculos pectorales. De esta manera se hace más visible cualquier anomalía.
    • ¿Existe alguna irregularidad en la piel?
    • ¿Aparece alguna depresión o abultamiento?
  5.  Acercarse al espejo y observar cuidadosamente los pezones y sus aréolas.
    • ¿El pezón ha cambiado de tamaño, tiene costras o llagas, o sale líquido de él?
    • ¿El pezón está retraído o sobresale anormalmente?
    • ¿Las areolas tienen el tamaño, el color y la forma habitual?
  6.  Realizamos la autopalpación de las mamas: tumbada en la cama, con el hombro elevado por una toalla doblada y la cabeza apoyada en un almohadón. Se comienza a palpar con las yemas de los dedos manteniendo éstos juntos y estirados. Se describen círculos de fuera a dentro hasta rodear por ultimo el pezón. Hay que presionar sin brusquedad pero con cierta firmeza hacia las costillas, poniendo especial atención en la zona más externa de la mama. Finaliza palpando detenidamente las axilas.

Durante todo procedimiento hay que recordar que buscamos algo anormal, un bulto, un endurecimiento, etc.

Normalmente la mamas presentan una multitud de pequeños nódulos que reflejan su estructura interna. Si practicamos la autopalpación de forma habitual iremos conociendo e identificando mejor esta estructura. Alguno de estos nódulos pueden aumentar de tamaño y ser algo dolorosos en los días previos al inicio y durante la menstruación. Esto es absolutamente normal y no hay que alarmarse innecesariamente. Por ello realizamos la palpación después de la regla.

Son solo diez minutos al mes para conocerte mejor y poder actuar a tiempo.

Consulta tu medico si después de este autoexamen tienes dudas acerca de alguna de las preguntas o si alguna de ellas es afirmativa.